12/12/2019
Colectivos como Rehoyas Avanza piden que ahora que el proceso debe comenzar otra vez para poder afrontar el Plan Parcial de Rehabilitación del barrio se «aproveche la oportunidad para hacerlo bien y con garantías».
David Ojeda
Juan Carlos Alonso
Las Palmas de Gran Canaria
Zona de Las Rehoyas donde se perderá el campo de fútbol para construir un edificio.
Los colectivos vecinales que se han erigido en dique de contención contra el Plan Parcial de Rehabilitación Rehoyas-Arapiles califican de «chapuza» la gestión del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, después de conocer que el proyecto vuelve a la casilla de salida tras cuatro años desde su puesta en marcha al caducar el informe ambiental que la Cotmac firmó en 2016.
Entre las críticas destaca la situación de incertidumbre de los residentes del barrio, donde más de 2.500 viviendas se ven afectadas por el proyecto de reposición. La carrera de larga distancia que supone la rehabilitación de la zona, fechada en 16 años por el Ayuntamiento, se prolonga en el tiempo ante las dudas de cuándo se podrán comenzar los trabajos ahora que tiene que completarse desde el principio todo el procedimiento del expediente urbanístico con la necesidad de que el órgano ambiental municipal diseñe la nueva evaluación ambiental estratégica.
«Nos sentimos robados por el Ayuntamiento», indican
Eso sí, algunos sacan una lectura positiva de la noticia y de las implicaciones que esta puede tener a corto plazo. «Es una chapuza, pero si lo van a empezar de nuevo es una oportunidad para aprovechar y que hagan bien las cosas desde el principio. Que escuchen de verdad a todos los vecinos y que nos respeten a los que no estamos de acuerdo», manifestó a este diario Juan Francisco Sarmiento, portavoz del colectivo Rehoyas Avanza.
Sarmiento añade que la sensación de «chapuza» en el proceso no se limita a la situación de que la caducidad del informe ambiental suponga que el Ayuntamiento, con todo aprobado, no haya sido capaz de poner en marcha las obras. Va más allá. «Lo han hecho mal todo. Desde equipar a los vecinos con casas sociales de 40 metros a los que pagamos nuestra hipoteca por pisos mayores y que se pueden arreglar, con ascensores, y otras cosas. No nos han escuchado nunca y nos sentimos robados», aseveró.
Denuncia.
Rehoyas Avanza ya ha anticipado su intención de judicializar el proceso. Algo que sigue adelante, según Sarmiento. «El asunto está en manos de nuestros abogados. Lo que pasa es que si no han sido todavía capaces en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria de conseguir la aprobación definitiva, solo la inicial, no podemos todavía denunciar. Javier Doreste no está capacitado para dirigir Urbanismo, lo que sinceramente nos viene bien a los que estamos en contra del proyecto», insiste.
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